miércoles, 13 de julio de 2011

Hilar libertad (o al estilo Gandhi)

Gandhi es conocido como el pacífico libertador de la India, pero sus ideas siguen siendo poco difundidas (como todas las revolucionarias). Los mismos caminos que cambiaron a su país, son los que se promulgan en los micrófonos de los países más oprimidos; pero son los caminos que proponía hacia la paz los que se mantienen ocultos, porque la paz lo descubre todo y lo exige todo; la guerra ni siquiera exige: roba, sirve de refugio para los propios intereses a costa del sacrificio de la vida. 

Gandhi hilando en charkha
El mahatma comenzó su transformación durante su estancia en Londres, donde pretendía practicar la abogacía y continuar sus estudios en leyes mientras se filtraba en la alta sociedad inglesa. Sin embargo, tras notar la vanalidad de su empresa, comenzó una vida de completa austeridad y se unió a la London Vegetarian Society donde estuvo en contacto con varios escritores defensores de derechos humanos.

Basado en los ideales de aparigraha (sin posesiones) y samabhava (equidad), fundó dos comunidades: Phoenix Settlement en Sudáfrica y Sabarmati Áshram en India. La primera estuvo conformada por un edificio para la edición y producción del diario Indian Opinion y 3 acres de tierra para que cada familia pudiera cultivar su comida y construir su propia casa mientras contribuía del modo que le fuera posible a la publicación. La segunda tenía como propósito la meditación, aunque es bien sabido que durante sus tiempos libres Gandhi hilaba y tejía. Para él, toda la vida cabía en una metáfora: el tejer.

La charkha es el instrumento de hilado tradicional indio y pronto se convirtió en símbolo de la independencia de India. Los tejidos de este país siempre se han caracterizado, no sólo por su excelente ejecución, sino por la delicadeza de sus fibras y su hermoso teñido; sin embrago, durante la ocupación inglesa, la mayor parte de la producción textil de la India era exportada a Inglaterra causando una merma para el consumo nacional y posibilitando así la importación de vestimenta inglesa de menor calidad, distinta de la habitual y, especialmente, cara. Así, la nación india empobrecía a pesar de su arduo trabajo y carecía de vestido digno a pesar de lo mucho que confeccionaba; no obstante, comenzó a convertirse en signo de estatus el portar la ropa importada por los británicos -así es la moda- y, con ello, el mercado textil nacional cayó más bajo -otro rasgo de la moda-. Fue entonces como, acorde a su ideología de resistencia pacífica o satyagraha (fuerza de la verdad), Gandhi comenzó una verdadera revolución textil: comenzó el mismo a hilar para producir su propia ropa. 

En uno de sus varios discursos, Mahandas invitó a su gente a consumir la vestimenta que ellos mismos hacían. El desprecio a sí mismos era tal, que su trabajo les parecía valer casi nada. Se cree que la vestimenta del mismo Gandhi cambió por cuestiones en un principio prácticas, quería pasar desapercibido cuando su fama había alcanzado a todo el país y comenzó a vestir únicamente un dhoti (calzón) y un par de sandalias, en ocasiones de frío utilizaba lo que para nosotros sería un rebozo, una pieza de tela simple que caía desde los hombros. Este cambio, el sentirse uno de los suyos, fue el que le hizo darse cuenta de la tremenda influencia que la ocupación había tenido en la mentalidad india. 

"Si visten una sola pieza de ropa, háganlo con dignidad."

Fue lo que dijo en aquel discurso, porque al fin quedaba descubierta la razón del vestir: la dignificación de la persona. La ropa inglesa que el pueblo de la India usaba, no los cubría porque les hacía sentirse indignos, despreciables y pobres, estaban mentalmente desnudos ante quienes los invadían. Y, ya que sin ejemplo no hay predica, Gandhi y sus seguidores comenzaron a hilar sus propias ropas al modo tradicional; él lo hacía inclusive mientras daba sus discursos, sentado sobre un tapete y fijos los ojos en su trabajo. De aquí la significación de la charkha. 

Mas el discurso no se detenía aquí, el trabajo artesanal textil adquiere su valor en proporción directa a la mano de obra y la creatividad requerida por él. Es por esto que la industria textil y del vestido es tan lucrativa a la vez que tan esclavizante y explotadora. Él lo sabía y proponía que todos tejieran al menos media hora diaria para contribuir a la rehabilitación de las villas más pobres, pues aquellos indios educados a la manera occidental, así como lo alta sociedad india continuaban renuentes al cambio, por comodidad y por ignorancia. La propuesta suena radical entendida literalmente, pero tiene un fondo moral. No se trataba de que todos renunciaran a su profesión para tejer, sino de que estuvieran dispuestos a sacrificar un poco de sí mismos para contribuir al fortalecimiento de su propio país. Actualmente la exportación de tejidos artesanales y artesanías textiles se elevó de US $154 millones en  mayo de 2010 a US $183 millones en mayo de este año.

Tejedor de rebozos de Santa María del Río, San Luis Potosí
En México la situación actual es muy distinta aun cuando se tiene una enorme diversidad de técnicas textiles. La producción de símiles por medios industriales en países asiáticos a contribuido a la pérdida de la apreciación artesanal, mas no ha sido el factor principal. Comenzando por los órganos gubernamentales que compran el trabajo de los artesanos a precios ridículos para venderlos posteriormente a precios por encima de los convenidos ostentando apoyo a la tradición, siguiendo con el desprecio de la identidad nacional por razones ajenas a él, como lo son la burocracia, el tráfico o el uso del lenguaje.

El conocimiento respecto al valor de los tejidos artesanales, su tiempo de elaboración, el costo de insumos y la edad-experiencia de los artesanos sea quizá la mejor de las herramientas para fomentar y rescatar, no sólo bellos objetos tradicionales, sino a la cultura misma. Un cultura que respete el trabajo manual, ese que implica al corazón y al cuerpo entero, un cansancio real y un esfuerzo completo.

Una cultura que aprecie un trabajo 
en armonía con el humano 
y con su entorno, 
sustentable en sí mismo.

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