miércoles, 17 de octubre de 2012

Hasta que tiendan el océano

Los proyectos de Thomas Giddings toman siempre formas poco convencionales pero de asombrosa belleza. Habiendo conseguido una plaza para arquitectura en la University College of London, decidió tomar un año de 'art foundation' donde se reencontró con la fotografía, por lo que decidió cambiar rumbos y graduarse en el London College of Fashion. Quizá sea su conocimiento de la moda lo mismo que lo ha llevado a identificar y retratar el imaginario de las marcas y publicaciones que lo buscan. Sus fotografías lo capturan todo -locación, luminosidad, clima, humor- con una claridad que  acrecienta la luz e intensifica los colores. Desde colaboraciones con Vogue e i-D y proyectos para Nowness, hasta exposiciones personales, cada imagen muestra lo extraordinario en lo que para unos es cotidiano; visible también en su blog personal. Su perspectiva es una invitación a asomarse a los momentos de la vida como a través de una ventana, momentos que se arman con bien poco, sin más escenario que la persona misma.

Para Giddings el mar es más refugio que intemperie, norte y tormenta, para él todo pasa siempre con un poquito de viento y movimiento









Te querré hasta que tiendan
el océano para que se seque
y las siete estrellas graznen
en el cielo como gansos.
- Mientras paseaba una tarde, Héctor Viel Temperly




Publicado orginalmente vía un jardín aquí

domingo, 20 de mayo de 2012

El espejo del mar, la infinitud del cielo

Estudió teología para ser fotógrafo, imaginemos entonces la justificación de sus imágenes sin retoque -sí, sin retoque- pero no por ello menos oníricas. Los sueños que retrata Rodney Smith son muy precisos, quizá motivado por su admiración hacia Freud, del tipo de sueños que uno recuerda no que los medios sugieren. Su trabajo ha aparecido en varias publicaciones y campañas incluyendo una reciente portada para Times, siguiendo fiel a la fotografía análogica y con un desafío conceptual a la lógica que tiene el efecto de hacer al espectador inclinar un poco la cabeza y dudar de lo que está viendo. Un paisajista que coloca personas en los paisajes, así es cómo él mismo se define, personas que son más bien personajes, que parecen la pincelada exacta en el sitio inesperado. Bajo la idea de que el arte habla desde el corazón del
hombre y que así es como se generan imágenes clásicas y bellas publicó
The End un libro lleno de cuestionamientos y fruto de 15 años de
trabajo.
Las imágenes de este hombre con un Master en 'Divinity in Theology' por Yale tienen la dósis de simplicidad característica de cualquier cosa que vale la pena comunicar, todo con un manejo del color que hace saltar las emociones adecuadas y una iluminación tan prolija que arroja sospechas sobre si será natural o de varios watts.



En sus tomas, da esa sensación de que el mar es una versión más mojada de un cielo terrestre que también alberga un sol y ángeles sin nombre.







Rodney Smith



Todo era nuestro. Todo. Bienes y posesiones: 
los puntos cardinales del este al occidente, 
el espejo del mar, la infinitud del cielo, 
del universo el diámetro y de la tierra el eje.
- Muelle en el puerto, Tania Alegría 

Publicado orginalmente vía unjardínaquí.

jueves, 26 de enero de 2012

Mitad pez. Mitad viento.

La fotografía es el arte del momento, es decir, de captar -no capturar- una porción de tiempo que sea en sí misma infinita y cíclica y es Zena Holloway quien mayor profundidad logra en sus imágenes. Literalmente. Promocionándose como Underwater Photographer & Director, esta fotógrafa bahrainí ha demostrado que el agua es también lienzo. Con una carrera de casi 16 años, su trabajo incluye campañas publicitarias para Reebok  y Fabergé, así como editoriales para Vanity Fair y Elle. La singular dirección de fotografía en varias ocasiones distrae del escenario. Resulta increíble lo que sucede con la luz dentro de una alberca; siempre lo hemos sabido pero ella tuvo la ocurrencia de plasmarlo. Y es que la composición de cada una de sus fotografías es admirable, el agua clara tiene la cualidad de hacer parecer claro todo lo que cae en ella y los colores -brillantes o neutros- son extrañamente purificados. Lo cristalino en equilibrio con lo difuso ayuda a crear instantes fantásticos, especialmente cuando entran en juego los textiles y el momento parece alargarse años. Zena Holloway transmite en sus fotografías una especie de realismo mágico que nos empuja a creer que nadar contracorriente no debe ser siempre una escena violenta porque todos tenemos algo de pez.


Mitad pez. Mitad viento 
soy. 
Agua vital, 
que quiere ser bebida 
sin agotarse nunca.
- Renata Durán

 

sábado, 3 de diciembre de 2011

Ella y el Candidato

Esperanzadora. Es como podría describirse la nueva película de Halo Studio a cargo del director Roberto Girault (El Estudiante). La narración de ese instante crucial en que se toma partido por la claridad o por la oscuridad en uno mismo, los segundos en que aún es tiempo de arrepentirse -sí, arrepentimiento, eso de lo que tanto nos previenen los falsos liberales al grito de 'no regrets'- porque aún es tiempo de corregir, porque todavía queda ese poco de nosotros que nunca nos deja y que nos pone de frente al error. Error es simplemente una acción que no refleja quien verdaderamente somos y no hay mejor inicio para el perdón que reconocerlo.

Ese es el camino de descubrimiento que recorre el candidato (Héctor Arredondo) cuando, al postularse por segunda vez a la presidencia de la República, lleva a familia, amigos y compañeros de trabajo a la meta cada vez más rígida y más lejana que va fijando su vanidad, producto del poder ambicionado no para ser ejercido sino para ser ostentado.

El cine mexicano con frecuencia se enfoca en retratar con morbo -para regocijo de la prensa internacional y los detractores de la paz- las 'realidades' más burdas, groseras y 'crudas' (que a mi parecer de tan exhibidas se pasan de cocidas) y continúo sin entender por qué la gente recurre al arte para ver el replay de las injusticias que vive a diario, para acercarse por voluntad propia a la violencia que tantos quisieran haber podido evitar, para contemplar esa realidad que les disgusta pero que se niegan a cambiar porque justifica el que ellos mismos sigan igual. Roberto Girault es aquellos pocos que saben que al arte es para mostrar belleza, no para enajenar -la verdadera belleza no enajena- sino para hacernos aspirar a una mejor realidad.

Que Ella y el Candidato no habla tanto de política como muchos esperaban, es verdad. Más se habla de política de lo que se hace realmente política, incluso hay quien cree hacer política con tan solo opinar. Esta película no nos recomienda una postura ni denuncia lo que ya ni los periódicos publican, Ella y el Candidato apela directamente (y con una excelente fotografía), no a un partido político sino a cada persona. Porque todos somos en algún grado responsables de los demás en tanto nos es concedida autoridad, porque de pronto se vuelve atractivo el éxito que compromete el bienestar de muchos, porque la Patria no se defiende a quejas y críticas: se defiende desde el hogar. 









Es simple señalar el error, lo difícil es reencontrar la belleza ahí donde ya nadie se atreve a mirar y sólo la esperanza nos da el valor para buscar aquello que nos han forzado a olvidar.


Apoya el cine mexicano.
Ve. Comenta. Recomienda.

jueves, 24 de noviembre de 2011

Ni ola ni deseo

A sus 22 años, Zhang Jingna ha sido toda una itinerante de la vida. Se integró a un equipo de tiro con rifle a los 14 años y llegó a formar parte del equipo representativo de su país. Se decidió por estudiar moda en la universidad donde se encontró con la fotografía, dos años más tarde, dejaría la universidad y el equipo para dedicarse completamente a su recién encontrada pasión. Hoy cuenta con una cartera de clientes que incluye a Nike, Montblanc, Elle, Mercedez Benz y es colaboradora de Harper's Bazar. Debido a su gran éxito, cambió su natal Beijing por Los Angeles. Con un hermoso manejo de los claroscuros, Jingna logra una estética etérea de imágenes que parecen renegar de la cualidad estática de la fotografía. Cada una de sus tomas despide una luz suave propia del romanticismo sobrio que la artista imprime en cada fotografía, esa luz de despertar a media mañana y mirar al cielo. Luz que cumple deseos.

 Promised Dreams




Mi amor a punto de morir
no sabe
que amo únicamente ahora
que no hay vientre ni ola ni deseo.
- Si hubiera nacido hombre..., Paulina Vilderman




Vía Un jardín aquí

viernes, 14 de octubre de 2011

Libros al borde del lago

La nueva sucursal de la librería Porrúa en la 1a Sección del Bosque de Chapultepec es un espacio que le cambia la cara a la entrada, al lago y al bosque de Chapultpec. La estructura armoniza con el ambiente usando esa mezcla de urbanismo sobrio sin excesos de concreto y con perspectivas interesantes. La instalación se encuentra pasando la puerta que está justo frente al Museo de Antropología e Historia y, gracias a que cuenta con servicio de El Mayor Deli, es posible disfrutar de la ecuación libros+café con una espléndida vista al lago y a la sombra -no de uno- sino de varios árboles. En un espacio citadino como éste, el sonido de los autos se queda en la puerta para hacernos sentir como en nuestro propio jardín.






(Y sería más excepcional si el personal fuera más amable y el Deli El Mayor iniciara el servicio de comida desde las 9am y no hasta la 1pm. Esperemos que esto cambie pronto.)

viernes, 30 de septiembre de 2011

Con el agua luminosa

Nacido al sur de California y con un espíritu netamente surfero, tras graduarse de Inglés y Escritura Creativa decidió viajar alrededor del mundo en busca de historias. Y como el mundo da vueltas, éste fotógrafo pronto se encontró inmerso en la industria de la moda como modelo, actividad que favorecía al cien su vida itinerante. Fue durante aquella época que descubrió que su herramienta como contador de historias era la imagen. Desde entonces y desde Nueva York,  Paul de Luna se convirtió en un artista de la fotografía. Con la luz natural a su favor -y unos toques de edición digital-, sus piezas narrativas definitivamente valen más de mil palabras. Tanto más verdad cuando se trata de su trabajo cinematográfico. Su obra tiene algo de romántico, sí. Sin embargo, su estética parece surgir prerrafaelista, todo textiles, luces y cabello, pero siempre depurado. Sus cortometrajes son hermosos, una mezcla de performance, lírica y sensación atmosférica que parecen recortados de un par de sueños y un deseo viejo. Paul de Luna es de esos cuentacuentos modernos, de los que cifran y descifran, de los que aún saben que el mar es símbolo de cualquier inmensidad: inmenso amor, inmenso caos.


Angels We Were from Paul de Luna on Vimeo.


Que te quiero más que a cualquier otra cosa
te lo he dicho con el sol y los cometas
te lo he dicho con el viento y la veleta
te lo he dicho con el agua luminosa
-Joan Manuel Serrat, Más que a nadie