Acompañada de esculturas de papel diseñadas por Chris Goyri, la colección, propiedad de Bárbara Berger, será expuesta hasta el 8 de mayo en el Museo Franz Mayer ubicado en el Centro Histórico.
Tras ser recibidos por un par de saltimbanquis y otro par de enormes flores de papel, la exposición recibe al público con vitrinas repletas de hermosas piezas de joyería que nos dan un rápido vistazo a las tendencias estéticas y artísticas del siglo XX. Piezas en perlas y piedras lunares desde Trifari hasta Christian Dior; rubíes, zafiros y resina acrílica. Todo el esplendor del arte joyero hacía giños al espectador de un carrusel de historia de la moda.
Los sets colocados en una de las orillas constituían verdaderas escenas oníricas con personajes de fábula: french poodles ataviados en vestidos de fino encaje color pastel rodeados de mobiliario neoclásico, un elefante hindi visitendo un vestido de la decada de los 20's junto a su armario repleto de incrustaciones de marfil, sofisticadas panteras a la luz de lámparas orientales y figuras chinas de dragón son sólo algunas de las caracterizaciones que se incluyen en la narrativa de esta exposición cuyos montaje y curaduría son certeros, acordes totalmente a la calidad de las piezas expuestas.
La indumentaria que llevan estas quimeras son parte de la colección del mismo museo, así como el mobiliario, los objetos decorativos y las piezas de arte. Una lección de escenografía y escaparatismo que abarca historia, estética y un sutil humorismo regidos por una cuidada semiótica de la imagen.
Dejo algunas fotografías de esta exposición, digna de ir a verse para el público en general pero obligada para todo amante del diseño o apasionado de la moda.